¿Cómo lo hago?
Por Jordi Vilá
Esta es una pregunta harto repetida, sé que tengo un objetivo y me cuesta ver qué es lo que debo abordar primero, o la forma en que puedo hacerlo ya que todo es una amalgama confusa y espesa de la que es complejo salir.
Nickols (2006), nos mostraba cómo a través de una sencilla matriz que reproduce Valderrama (2015), citando su autoría, algo que no es del todo común y que puede ayudar a disolver la espesura:
Como se puede ver, se trata de dos ejes, en el vertical está lo que quiero y lo que no quiero, en el horizontal, lo que tengo y lo que no tengo y, al cruzarlos, obtengo cuatro cuadrantes en los que podré ir plasmando la forma en que evoluciona mi objetivo y, de ese modo, ir generando planes de acción.
Poniendo un ejemplo, mi objetivo, que se situaría en el centro de la matriz, es mejorar mi liderazgo consiguiendo frenar la rotación de personas en mi área, en un plazo de tres meses, veamos cuadrante por cuadrante:
- Conservar: ¿qué es aquello que quiero, y ya tengo, relacionado con ese liderazgo?, ya que está claro que aquello que funciona, convendrá reforzarlo, subir su volumen para llevarlo a su excelencia y, por tanto, precisará de un Plan de Acción.
- Conseguir: lo quiero y aún no lo he conseguido, ¿qué es ello?, quizás sea mi forma de comunicar, o de escuchar, ¿qué puedo hacer al respecto? Un Plan de Acción puede ayudarme a conseguirlo y, lo que es seguro es que si no hago nada, nada ocurrirá.
- Suprimir: Es algo que tengo y de lo que me quiero desprender, quizás sean aspectos de mi carácter que debería cambiar si quiero convertirme en otro tipo de líder.
- Evitar, hay elementos que no los quiero ni regalados, como obligar a mis colaboradores a hacer presentismo, algo que en la cultura del sector está muy presente y que de ningún modo quiero para mi entorno próximo.
En cada uno de los cuadrantes puede salir valiosa información que me ayude a alcanzar mi objetivo, priorizarlo, medirlo e iniciar la acción me ayudará a hacerlo, así que mañana es tarde y nunca mejor momento que el actual.
Realmente este sistema no es la panacea, no es la varita mágica, y os puedo garantizar que tomarlo como hábito ayuda a desencallar situaciones en las que la niebla era densa, espesa y con mal presagio.
¿Cómo voy a salir de aquí?