Mis valores, mi brújula
Por Jordi Vilá
Ya en otras ocasiones hemos tenido oportunidad de reflexionar acerca de los valores en este espacio y, viendo la situación actual, la reflexión que me llega es ¿sé lo que es un valor y lo que para mí representa?
Una buena amiga lo define como aquello sin lo cual no puedo vivir, encontraremos muchas definiciones de valor y querría, como hipótesis y alineándome con esta amiga, proponer la siguiente definición: un valor es un filtro a mis comportamientos, el cómo hacer las cosas, una vez que he determinado que quiero hacerlas.
Siendo más simplistas podríamos decir que el fin no justifica los medios y precisamente tener el por qué, nos ayudará a ver el cómo, justamente a través de los valores, algo que ya enunció Viktor Frankl (1946)
Me horroriza observar la realidad y ver como personas de todo pelaje son capaces de tergiversar la realidad a su antojo, carentes de cualquier moralidad y ética y, obviamente, con unos valores más que cuestionables, puesto que postulan una cosa y a los pocos instantes la contraria.
En una organización en la que primen unos valores consistentes, las personas que la componen saben a qué atenerse, hay una certeza de lo que está bien y lo que está mal, de la forma de hacer las cosas y de la forma de No hacerlas, puesto que la brújula de los valores guía el camino.
El resultado de una vida vivida con valores es la certeza de actuar con un criterio, ni más ni menos que el que yo, la institución, o la organización considera oportuno, prescindiendo de otros elementos que, en el corto plazo, pudieran parecer más golosos o asequibles, y es que el cortoplacismo suele ser enemigo de valores sólidos.
Alguien a quién conozco me dijo un día – Cuando la ocasión aparece la virtud desparece –, hablando de las actuaciones poco claras o claramente corruptas, algo que no sucede cuando esos principios están bien sostenidos.
Si lo mencionado en el párrafo anterior parece naif, dejarme exponer algo que vi por televisión cuando sucedió el tsunami en Japón en 2011, siendo una de las zonas más castigadas la de Fukushima.
La gente hacía cola de forma ordenada ante los camiones cuba que suministraban agua potable, ni tan siquiera una desgracia de tal magnitud venció los valores de un pueblo como el japonés.
¿Qué ganaré siendo fiel a mis valores, aún y en circunstancias adversas?