La escucha como base del liderazgo

Foto: Higgins para Pixabay

Estaremos de acuerdo en que si Einstein no hubiera conocido las 4 reglas, difícilmente hubiera podido enunciar la teoría de la Relatividad, como lo estaremos en que ningún trovador hubiera podido iniciar su labor sin conocer antes las bases del lenguaje.

Leemos sobre liderazgo situacional, emocional, transformacional, … gestión agil, comunicación asertiva, CNV y un sin fin de cosas más olvidando que previo a todo eso, existen unas bases sin las cuales lo descrito no son más que teorías vacías y carentes de sentido. No voy a poder correr si antes no empiezo a caminar.

Ahí es donde los líderes deberían contar con la máxima humildad, al menos consigo mismos, reconociendo cuales son las carencias en sus bases. Dejarme que os cuente una experiencia en primera persona, de la que hará poco más de 15 años, quizás las personas que participaron, podrán confirmarlo.

Por aquel entonces tenía el privilegio de servir a un  equipo de unas 10 personas y, tras una evaluación 360 (me evaluaban mis compañeros, mis jefes y mis colaboradores, con el mismo cuestionario que lo hacía yo mismo), tuve la gran sorpresa de leer que no escuchaba.

Aquello me dolió profundamente, o mejor dicho, le dolió a mi ego aunque, en un atisbo de lucidez, decidí trabajar en ello, algo que me ha llevado a desarrollar un nivel de escucha que considero notable y que me ha situado en la Maestría como Coach. Resumiendo, fue el mejor de los regalos que me podían hacer, regalo de amigo invisible, por supuesto.

Hoy por hoy, acompaño equipos y personas, algunas de ellas en cargos de notable responsabilidad, formadas en las mejores y más prestigiosas escuelas de negocios del mundo, que carecen de la base de la escucha, la base para la comprensión, la confianza, el liderazgo, la innovación, la visión de futuro, …

No creo que el más brillante de los chef hubiera llegado a serlo sin pelar antes algunas toneladas de patatas, del mismo modo considero imposible que una persona pueda liderar equipos sin haber aprendido antes a escuchar, algo que va mucho más allá que oír.

Los coaches hablamos de escuchar aquello que nuestro cliente dice y lo que no dice, puede parecer una paradoja, nada más lejos de serlo, es precisamente lo que no dice lo que puede representar la base de creencias, emociones, anhelos y temores, así que aprendamos el difícil arte de escuchar antes de pretender liderar.