Harry Potter y los equipos de trabajo
Por Jordi Vilá
Charlaba con un directivo tras nuestra sesión de Coaching ejecutivo cuando salió a colación el tema tabú o, como aparece en la obra de J.K. Rowling, Harry Potter, «quien tu sabes», «el que no debe ser nombrado» o «el innombrable».
¿Qué diablos es eso? os preguntaréis, y es algo que ocurre en prácticamente todos los equipos, o al menos casi todos aquellos con los que he trabajado. Son los temas que no resulta políticamente correctos abordar, y menos aún en público, aunque bien es cierto que se tratan en la intimidad.
– Si tuviéramos el coraje de abordar este tema, muchas cosas cambiarían en nuestra relación y en el rendimiento del equipo – me decía Manuel (nombre ficticio, por supuesto). Es indiferente el tema del que se tratara su conflicto, la cuestión es que, por los motivos que fueran, no se decidían a ponerlo sobre la mesa.
Tal como os decía, esto es algo normal y que ocurre en todos los equipos en los que la confianza es aún una asignatura pendiente. Existen muchos miedos, muchos frenos que impiden avanzar y ahí es dónde un facilitador avezado podrá aportar claridad, cual si de un Harry Potter actual se tratara, teniendo como varita mágica su capacidad de observación, su coraje y su intuición.
No es bueno que existan temas tabúes y, al estar exento de tal consideración el personaje externo, debe tomarse la libertad de indagar, aún y a riesgo de ser despedido del proyecto algo que, por otra parte, debería estar dispuesto a propiciar llegado el caso, ya que es el colectivo y no su facturación el protagonista de la historia.
Para ello existen múltiples técnicas, además de las propias preguntas, para hacer que aflore ese quiste, como si de un submarino ascendiendo a la superficie se tratara y, elemento fundamental, será la pericia del facilitador y, especialmente, su capacidad para sostener el espacio y gestionar el clima que se genere ya que, indudablemente, habrán emociones intensas circulando.
Un conflicto no puede ser gestionado hasta que no emerge a la superficie. Recuerdo el caso de un equipo en el que sacamos su tema tabú, la Directora del área me pedía con señas que cortara aquello ya que el ambiente se había caldeado y, precisamente, eso fue lo que permitió tomar consciencia del mismo, debatirlo e iniciar planes de acción que permitieran transitar hacia otro estado relacional.
En los equipos existe la magia aunque, para que surja, hay que tener la disposición de caminar sobre brasas.
¿Nos transformamos en Harry Potter para llevar magia a nuestro equipo?