El éxito es lo que tu quieres que sea
Por Jordi Vilá
Desde niño, y de eso hace ya mucho, estoy oyendo definiciones de éxito y, en la mayoría de los casos, esos éxitos han de ir ligados a la capacidad de adquisición de bienes, a la ostentación de una posición social, a la llegada a determinados hitos profesionales, a tener una pareja, a estar en un determinado nivel social, a esto, a lo otro, a lo de más allá y nosotros o la mayoría de nosotros, haciendo caso a esas definiciones creadas por otros y que dominan nuestra vida con minúsculas.
Curiosamente, luchamos por conseguir todo lo que hemos oído que es el éxito y, lejos de sentirnos llenos, nos sentimos cada vez más vacíos, cada vez más superficiales, cada vez, ¿por qué no decirlo?, más estafados por una definición que no es la nuestra, que ni tan siquiera se acerca, entre otras cosas porque nunca nos habíamos planteado que es el éxito para cada uno de nosotros.
Han sido muchos los casos de acompañamiento en los que he visto a grandes prebostes de la empresa y de la industria, desencantados con ellos mismos por unos hijos a los que no conocen, a los que no han visto crecer, desencantados por una ilusión de juventud que jamás pudieron hacer realidad por la falta de tiempo, o de ocasión, desencantados, al fin, por haber vivido una vida que no era la suya que era, simplemente, una vida de prestado, como aquel estudiante que copia en un examen pensando que su respuesta no es la buena, hasta que revisa la prueba y contrasta, a veces demasiado tarde, que la suya era la respuesta correcta.
Dejamos que otros nos escriban lo que debemos ser, lo que debemos hacer, lo que está bien, lo que no lo está, lo que es políticamente correcto, lo que encaja y lo que no encaja, y cada vez que dejamos que esos otros escriban páginas de nuestro guión, sentimos un peso cada vez mayor en nuestras espaldas, y no hablo necesariamente en un sentido metafórico, ya que esa sensación es la somatización de una vida insana con uno mismo.
¿Qué es el éxito para ti?, hazte esa pregunta de verdad, con ánimos de contestarla desde tu esencia, desde tu interior profundo. Huye de la respuesta de otros ahora mejor que después, hoy mejor que mañana, porque mañana es tarde y, si mucho me apuras, hoy también lo es. Ahora es el momento, el mejor de los momentos.
El éxito eres tu, de eso no cabe la menor duda y, ante eso, ¿quién quieres ser?