Carta a la niña que va a nacer

A raíz de la charla que tuve con una buena amiga que está a punto de dar a luz, tuve la necesidad de escribir estas líneas para todas las criaturas que están a punto de estar entre nosotros. Me encantaría pensar que alguna de ellas, algún día cuando sea mayor, las leerá y tendrá unos instantes de reflexión.

Mi querida Ana, María, Cristina, Mónica, Julia o cualquier nombre que tus papás decidan ponerte, estás en este momento en el mejor de los mundos: el tuyo, te mueves en tu cuna de líquido tibio, tu mamá te cuida y te alimenta sin que debas hacer nada para ello y lo único que oyes es su voz cuando habla, “es una voz tan bonita, tan dulce, es la voz de mi mamá”, debes pensar. Eres, probablemente, su máxima ilusión y una de las pocas cosas por las que daría la vida.

De aquí unas semanas, unos días o unas horas, saldrás de ese nido y vendrás con nosotros, a un lugar mucho más grande, ruidoso y alegre que aquel en el que estás, también hay algunas cosas malas pero la verdad es que es un lugar maravilloso pese a todo.

Llegas y tienes todo un libro por escribir, un libro de Vida, en el que todas sus páginas están en blanco, donde aún no aparecen esas fotos que te limitan y que poco a poco otros intentarán poner, algunas con tu conocimiento, otras sin que te des cuenta. Escribe tu ese libro de Vida, no dejes que otros lo hagan por ti.

No hagas caso a nadie que intente decirte que no puedes hacer esto o aquello, o que tus sueños son imposibles, ¡no renuncies sin probarlo! Y, aún cuando lo hayas probado sin éxito, ¡vuelve a hacerlo!. No te des por vencida, sé tenaz y valiente y cada punto, cada coma de ese libro, habrá sido escrita por ti

Vas a tener unos papás maravillosos que lo harán todo por tu bien, aunque algunas veces, no te guste. Ellos lo harán lo mejor que puedan, de eso no te quepa la menor duda, si se podría hacer mejor o peor, no tiene sentido preguntártelo; basta con que sepas que todo lo que hacen, lo hacen por ti. Sé que tienes ganas de conocerlos y muy pronto los verás, tan asustados como tu, tan ilusionados como tú.

Ven a este mundo a compartirlo con nosotros pero no olvides, en ningún momento, ser Tú.

Bienvenida pequeña.