Yendo hacia dentro
Por Jordi Vilá
Empezamos la sesión, la cara de la persona que es mi cliente reflejaba una cierta angustia que todavía no acertaba a explicarme, así que nada mejor que preguntarle que era lo que le pasaba.
Su respuesta no se hizo esperar y empezó a expresar su malestar por haber descubierto cosas en sí misma que no había imaginado ni en la peor de sus pesadillas, ese viaje que había iniciado, le había llevado, por fin, a zonas abruptas de su Ser, zonas que estaban ahí pero que aún no había dado en visitar.
Y así, abrió la puerta y comprobó que, en esa habitación de sí misma, el hedor era nauseabundo, putrefacto, con una textura áspera y un aspecto de lo más desagradable. Era ella, esa persona era ella misma, y ahora lo sabía; muchas dudas quedaban disipadas, muchas actuaciones hasta ahora incomprendidas, tenían su explicación y, lo que es mejor, una vez conocido, ese mundo era susceptible de ser cambiado, de ser limpiado, aireado, pulido y saneado.
Igual que en esa persona hay habitaciones luminosas y aireadas, hay también, como en todos nosotros, habitaciones lúgubres, oscuras y tenebrosas, las cuales mantenemos, habitualmente, con la puerta cerrada, habitaciones donde moran el odio, la incomprensión, el egoísmo, la ira, y tantos otros sentimientos difíciles de expresar que no solemos comentar con nadie, ignorantes del daño que eso nos está provocando.
Todo eso forma parte de nosotros, no hay día sin noche, como no hay frío sin calor y, de algún modo, no existe nada sin su contrario.
El alivio de mi cliente vino dado por la toma de conciencia de ese aspecto porque, desde ahí, desde ese conocimiento, podía ser trabajado y cambiado hasta llegar al punto en que quiere Ser.
Acabó la sesión y la cara se veía más plácida y relajada, la herida había sido por fin descubierta, la parte más compleja y, ahora, queda el largo camino de la transformación.
¿Te seduce iniciar ese camino interior?, ahí te dejo el link a una canción de Chambao que te habla de ese camino interior, espero que lo disfrutes y sea tu punto de partida hacia ti.