Vivir hoy, mañana es tarde

Una vez más, disfruta este vídeo, dura algo menos de 3 minutos e ilustra este puñado de reflexiones:

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Es efímero, tremendamente efímero, un parpadeo y ya está, pasó la vida, pasaron los años sin que apenas nos diéramos cuenta, siempre pensando en lo que iba a ocurrir, en lo que hubiera ocurrido, y pasando poco tiempo en lo que realmente estaba ocurriendo.

Es la vida nos decimos, y no, eso no es la vida, eso es un símil, se le parece mucho pero no es la vida. La vida es cada momento, cada instante, cada roce, cada ráfaga, cada imagen en la retina, la vida es saborear el instante porque no regresará jamás.

La sonrisa de nuestra criatura, o su enfado divertido, esa, no volverá, quizás vendrán otras, pero esa que nos perdimos pensando en dios sabe qué, esa no volverá, como no lo hará la primera palabra o ese atardecer.

Viví constantemente preocupado por lo que debía pasar y, aunque reconozco ahora que es imprescindible cierta anticipación momentánea, no podemos vivir en la casa del mañana, o en la de las posibilidades, porque las cosas suceden solo en la casa del hoy.

Fueron muchas circunstancias las que me llevaron a vivir el hoy, como lo fue también la lectura de un gran libro, pequeño y sencillo: Nada por obligación, todo con ilusión de Oriol Pujol Borotau, una obra maestra, que también me aportó algo más de luz.

Viví con esa angustia y hoy me permito vivir desde el ahora, más que desde el después o desde el antes, y es por eso que me causa inquietud cuando veo la pendiente por la que se deslizan personas que me importan.

La vida es efímera, ciertamente el tiempo lo es, así que ¿qué mejor que vivirla con intensidad?, paladeando cada instante. Ahora sé que estoy escribiendo estas frases encadenadas, este puñado de reflexiones, ¿las acabaré?, ¡quién sabe si algún incidente me llevará antes de acabarlas!

Cruzar una calle y sufrir un accidente, tener un problema de salud y, simplemente, irme en el momento más inesperado, sin quizás decir aquello que hubiera querido o sin hacer aquello que tanto anhelaba, porque ya vendrá otro momento mejor.

¿Qué momento mejor que ahora?

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