Raza: humana

Fotograma de la película "El destino de Nunik"

Como otras veces, te propongo que inviertas poco más de cinco minutos de tu tiempo para ver este vídeo que, por otra parte, es posible que ya hayas visto, luego lo exploramos:

Play

Esta misma mañana veía en las noticias la xenofobia desatada en Berlín, a raíz del último de los atentados con un camión que segó la vida de doce personas e hirió a otras muchas.

Algunos Berlineses se lanzaron a las calles en contra de los refugiados, afortunadamente tuvieron la réplica en otros que no estaban de acuerdo. Hasta aquí, todo son hechos constatables.

Por otro lado, una noticia que una amiga colgaba en las redes y cuyo titular era: “El 80% de los musulmanes residentes en Europa viven de la asistencia social y se niegan a trabajar”. La noticia aparecida, que no su certeza, es otro hecho constatable.

Esos dos hechos removieron la indignación en mí, esta sociedad que he contribuido a crear considera que las gentes que están escapando de guerras, genocidios y tiranías son una horda de terroristas que debe ser expulsada cuando no masacrada por su posible implicación en hechos deleznables.

Esta misma sociedad, tolera que medios de comunicación mientan descaradamente y manipulen los datos a su conveniencia o a la conveniencia de quien sabe qué, considerando a todos los creyentes de una determinada religión poco menos que la peor de las plagas.

Como en el vídeo, sería interesante poder acceder a algo de empatía y, sobre todo, de compasión, esa que busco cuando soy yo el blanco de las iras de otros.

Parece que esta sociedad está condenada a olvidar su propia historia, la historia de unos pueblos que tuvieron que ser nómadas por obligación, dónde millones de personas han sufrido persecuciones e injusticias a beneficio de intereses bien oscuros.

Desde estas líneas quiero abrir el corazón a mis hermanos de otras tradiciones, a su cultura, y quiero que ellos lo abran a la mía y así convivamos en paz y entendimiento, ¿es eso tan complejo?

Recuerdo un cliente de la época en que me dedicaba a la selección de personal, el cual dejó de serlo, preguntándome por el color de los candidatos… por lo visto, un color u otro determinaba la valía profesional de los individuos, ¡que osada es la ignorancia!

¿Cómo será el mundo el día en que pequeñas comunidades se abran a la convivencia sin filtros sociales, raciales o religiosos?

Publicado el

  • Crecimiento personal
  • creencias
  • Felicidad
  • Nuevo paradigma
  • Sociedad
  • Transformación
  • Valores
  • Valores
  • Vida

Compartir en Facebook, LinkedIn, Twitter.