¿Qué es lo más importante para ti?


¿Qué es verdaderamente importante para ti?, parece una pregunta sencilla y, de hecho, lo es. La complejidad está, como tantas veces, en la respuesta, todo y ser una pregunta abierta con múltiples vías de respuesta.
Hace un par de noches, estuve en un Centro de Atención Primaria de mi ciudad, vamos, en URGENCIAS, pero no las de la tv si no las de verdad y allí pude ver lo que realmente era importante para las personas que allí estábamos. Poco tenía que ver con atesorar bienes, cargos o alimentar al personaje que todos llevamos dentro.
Una familia brasileña con unos abuelos de unos 60 años, una hija de unos cuarenta y una nieta sobre los 20, estaban felices por que, a pesar de no poder mover el cuello la nieta, habían salido vivos de un accidente de autobús. No parecía que contaran con muchos bienes materiales, pero eran inmensamente ricos en ellos mismos.
Entró también un travestido, guapo él, con un tipazo que tiraba de espaldas y un genio en consonancia, cuya preocupación parecía centrarse en un golpe que se había dado en el hombro. Se le veía en su esencia, en su verdad, sin intentar mostrar algo que no era.
A mi izquierda, se situaba un matrimonio joven, quizás en la mitad de la veintena, de los que me dio por pensar que sería nepalíes, dados sus rasgos faciales y físicos. En los brazos de la chica, un bebé curioso con una carita que, de vez en cuando, se tornaba llanto, quien sabe porque causa, aunque manteniendo su sonrisa en cuanto ese fantasma se alejaba. Lo importante para los padres era la tranquilidad de su hijo y, para el, daba la impresión de que explorar y descubrir era su principal reto.
El personal médico y administrativo, entregado a sus quehaceres, con el interés genuino de mitigar nuestro dolor y reparar los desaguisados que la vida nos había enviado. Se diría que lo importante para ellos era amar entregando lo mejor de sí mismos, aún con los riesgos que pudieran correr.
Por mi parte, allí, lo importante era que el dolor desapareciera y notar la presencia de mi mujer junto a mi, en cuerpo y alma. No habían en ese momento otras prioridades, eso era lo importante y lo que me llevó a una reflexión que quería compartir: Estamos en un periodo de transición hacia un nuevo orden, un orden que imagino más centrado en el ser humano y menos en sus posesiones. Un nuevo estado en el que la cooperación tornará como valor principal.
Esa fue mi reflexión, aunque es bien cierto que podría ser un sueño, no obstante, bastará con poner fechas y compromisos para que ese sueño sea, simplemente, una realidad. ¿tu también quieres hacer objetivo tu sueño y ese objetivo realidad?