Mirada
Por Jordi Vilá
Mira bien la foto que ilustra el reportaje, ¿qué es lo que ves?, ¿dónde miran esos ojos?
Bajemos un peldaño más hacia su interior, ¿qué hay tras esa mirada? ¿qué secretos esconde, qué sueños, qué anhelos, que ilusiones y miedos?
Estás entrando en la persona a la que miras y, por eso, puedes encontrar resistencia a tu encuentro; quizás esos ojos vean intromisión e invasión, aunque también podría ser que te invitaran a entrar, que te acogieran en el sagrado templo de la esencia personal, viendo en ti a ese buscador de tesoros interiores.
Sus pupilas centradas en ti, sin perder ni un solo detalle, te pongas donde te pongas ya te han llegado también, porque este es un camino de doble dirección en el que no hay grandes circunvalaciones, tan solo un camino directo al interior.
Los sentimientos que experimentes serán, posiblemente, fiel reflejo de los experimentados por la otra persona: miedo, ilusión, alegría, tristeza, rabia, ira…
Es la puerta de entrada, por eso en muchos casos la encontrarás cerrada a cal y canto, con miradas huidizas, conductas fronterizas tales como risas nerviosas, tos o simplemente rechazo directo.
No, no dejamos entrar en nuestro interior a cualquiera y, precisamente por ello, tampoco te dejará entrar de cualquier manera y en cualquier momento…o quizás sí, aunque eso no lo sabrás hasta que estés en la antesala de sus ojos.
La oposición a esa entrada en el Ser viene motivada por que ahí todo está a la vista, no hay escondites posibles, ni recovecos fuera de alcance. No solo te pueden bloquear la entrada, tampoco es fácil atravesar esa puerta y podrías ser tu quien se negara a traspasarla.
Vamos un paso más allá, permítete, si tienes la entrada franca, bucear en el siguiente estadio porque, una vez estás dentro de esa mirada, lo que hay detrás tiene un grandioso poder de atracción si tienes la preparación para entrar.
Y ahora, sumérgete en su esencia, disfruta de las profundidades de la emoción del ser humano. Posiblemente has iniciado el más directo y complejo de los caminos: el que lleva al Ser.
¿Vamos hacia dentro?