Mi querida tristeza
Por Jordi Vilá
Es tristeza, ha llegado, la reconozco, es como un puré, denso, espeso, pero necesario para mi Ser, porque no sería si no sintiera tristeza, como no sería si no sintiera alegría, plenitud, ira o miedo.
Quiero sentirte, emoción, y quiero sentirte en toda la intensidad con que quieras llegar a mi, sin temor a que te muestres, a que seas, a que me acompañes. Una amiga me decía que tenía miedo a sentir tristeza, a caer en una depresión, pero huir de ella, no es si no postergarla y agrandarla, hasta que un buen día surja de forma incontrolada y me inunde en su pasión llevándome, entonces sí, a la temida depresión.
La emoción reprimida es como un gas a presión, sabes que podrás aguantar, pero no sabes hasta cuando y, cuando lo sabes, ya es demasiado tarde, porque ya está ahí, y entonces notas el golpe, con toda su fuerza, con toda su contundencia.
No soy débil por sentirla, soy débil por reprimirla, por no dejarla salir a borbotones cuándo tanto lo necesita, y es que un día saldrá y lo hará como la lava de un volcán, destruyendo lo que encuentre a su paso.
Me tomo mi tiempo y la siento, siento la tristeza, me dejo abrazar por ella, dejo que transite por mi Ser, que me arrope, que me meza, y también la dejo marchar, no permito que se quede porque entonces me secuestrará y tan malo sería reprimirla como dejarla quedar.
Las emociones no son ni buenas ni malas, simplemente son, en toda su intensidad según el momento; pueden ser agradables o desagradables, dejarnos abatidos o energizados, pero son estímulos que nos aportan grandes dosis de información que nos ha de resultar muy útil para saber qué palancas son las que nos mueven en nuestro interior.
No reprimas la lágrima que habrá de limpiar esa mancha en tu interior, como no reprimas esa carcajada que busca ventilar tu esencia.
Decir hola y decir adiós, acoger y despedir cada una de las emociones que me visitan, viviendo cada una de ellas en la plenitud en que me sea dado vivirla, obteniendo de cada una de ellas la información que trae para mi, sin desperdiciar ninguna, aceptándolas todas.
Mi sentimiento ahora es de serenidad interior, de paz, pero eso es ahora, ¿dentro de un momento?, no lo sé, habrá que ver.
¿Te permites sentir la emoción?