Mi lado oscuro

sombra JungMe descubro sintiendo una ira muy profunda por algunos comportamientos de otras personas, las acuso de forma hiriente, contundente.

Y es así hasta que descubro en mi una parte importante de esas personas, unas facetas que creía inexistentes en mi interior pero que están en mi inconsciente, formando parte de mi personalidad oculta, de mi sombra, como exponía Jung (1939). De algún modo, suponen mi parte oscura.

Una parte oscura que me niego a mi mismo, que aparece incluso en mis sueños, primero de una forma inconexa, más tarde bien definida y concreta. Después aparece como proyección que realizo en otros que se permiten ese tipo de comportamientos.

Solo hace falta el detonante, cambios profundos que requieren de mi nuevos comportamientos, partes de mi personalidad que estaban ocultas bajo toneladas de creencias y educación. En este caso, se trata del egoísmo, un egoísmo que necesito en mi en este momento, un egoísmo que requiere que me ocupe de mi y deje a los demás para mejor ocasión.

Pero me niego, y ahí se inicia una batalla de final incierto. Si cedo, me convierto en ese ser abyecto que tanto desprecio, ese egoísta que tan solo piensa en sí mismo, si me resisto, siento en mi interior un crujir de necesidades, principios y valores que se debaten en la prioridad de saber quién es qué pero, al final, percibo la calma, la serenidad de que todo está bien.

Es curioso, primero es el pensamiento y tras él, el sentimiento, la emoción. Veo claro que, para poder compartir con generosidad, primero tendré que permitirme estar en el primer lugar de la lista. Dicho de otro modo, para poder ser yo mismo y crecer, deberé integrar esa parte de mi que estaba oculta tras una puerta cerrada, sin juicios, sin pensar si está bien o está mal porque, lo que juzgaba en el otro es, precisamente, lo que estaba reprimiendo en mi, de ahí la serenidad que ahora preside mi estado de ánimo.

Hablo de serenidad, no de racionalidad, aunque sin la segunda, no estaría la primera. No hay duda, puedo vivir una vida que no es, privándome de aquello que necesito por unas prioridades mal definidas, puedo permitírmelo y crecer o puedo, simplemente, ni tan siquiera planteármelo y seguir un laissez faire.

¿Me permitiré aflorar mi parte oculta?

Publicado el

  • Coaching Ejecutivo
  • Crecimiento personal
  • Emociones
  • Empresa
  • Esencia
  • Liderazgo
  • Life Coaching
  • Valores
  • Vida

Compartir en Facebook, LinkedIn, Twitter.