¿Me conozco y me conocen?
Por Jordi Vilá
Hay matices en nosotros que nos cuestan de aceptar, nos empecinamos en decir que los demás se equivocan al señalarnos aspectos que no vemos en nosotros cuando esa, y no otra, es la imagen que estamos trasladando al exterior.
Los demás verán aquello que manifestamos en uno u otro sentido, quizás de un modo inconsciente, quizás de un modo consciente, con palabras, con comportamientos e incluso con conductas evasivas pero, sin duda alguna, percibirán aquello que nosotros emitimos, sea por el canal que sea.
Hace algún tiempo, el miembro de un equipo con el que estuvimos trabajando, se quejaba de que el resto de compañeros le veían de un modo determinado que el no apreciaba de ninguna manera… y es simplemente que no quería ver su lado más oscuro, dicho de otro modo, le estaban mostrando su zona ciega, que podemos ver en el gráfico adjunto.
Esto puede ocurrir también a través de otra variante, y es no ver las evidencias explícitas de los mensajes que nos son enviados. Recuerdo el caso de una persona perteneciente a un equipo numeroso, que fue la única en no recibir reconocimiento por parte de sus compañeros por la labor realizada a lo largo del año natural, algo que provocó su queja y su petición de forzar ese reconocimiento en ocasiones sucesivas.
La verdad es que en ese momento decidimos explorar con ella el suceso y preguntarle por qué consideraba que no lo había recibido, y ahí fue donde se dio cuenta de que en el equipo no se consideraba que su labor hubiera sido digna de reconocimiento. Fue un descubrimiento difícil e intenso que le ayudó a tomar consciencia de su posicionamiento en la organización.
Volviendo al primero de los casos, fue alrededor de los años 50 en que dos psicólogos, Joseph Luft y Harry Ingham, idearon una herramienta de psicología cognitiva, a fin de poder analizar las interacciones producidas en una relación: la Ventana de Johari, cuyo nombre proviene de la primera parte del nombre de ambos.
Con esta herramienta, podemos observar como el nivel de conocimiento de uno y otros, será notablemente distinto, existiendo una zona común, la que aparece en el esquema como zona libre, y que muestra a la persona tal como es, sin miedo a mostrarse y buena conocedora de sí misma.
El trabajo de autoconocimiento es básico para poder tener un liderazgo, tanto en nosotros mismos, como en otras personas.
¿Hasta que punto me conozco y permito que me conozcan?