Lo quiero y lo quiero ya
Por Jordi Vilá
Pues el tema va a ser que la diosa fortuna prácticamente siempre anda de vacaciones, y eso quiere decir que, o me pongo las pilas, o ella no va a venir a sacarme las castañas del fuego, así de simple.
¿A qué viene esto?, a que da la impresión de que las cosas tengan que venir por arte de birlebirloque, que queremos las cosas ya, y si puede ser sin apenas esfuerzo, mejor que mejor. Estoy seguro de que habéis visto esos anuncios de “aprenda inglés en unas semanas sin esfuerzo” o “adquiera tales o cuales conocimientos sin darse cuenta”…
Y no, francamente no, las cosas no suceden de ese modo, sino me expongo a que hable muy bien inglés pero no me entienda nadie, o me convierta en un experto en la caza del ratón colorado…si es que existe.
Sea el tema que sea, adquirir unos conocimientos, cambiar unos hábitos, ser la persona que anhelamos ser, requiere de esfuerzo, paciencia y grandes dosis de humildad, porque si esperamos que alguien nos de la pastilla azul de Matrix, podemos esperar sentados.
Eso sin olvidar que, posiblemente, necesitemos la participación de otros, con lo cual la dosis de humildad debe incrementarse.
Así visto, creo que la receta para conseguir aquello que nos propongamos, cuenta con tres ingredientes fundamentales e imprescindibles:
- Esfuerzo.
- Paciencia.
- Humildad.
A esos, podrían incluirse otros tales como tolerancia a la frustración, amor por lo que hacemos, etc.
Andamos en unos tiempos en los que el cortoplacismo parece ser la tónica imperante y eso, no nos lleva a ningún lado, es más, posiblemente empeore las cosas incrementando los estados de ansiedad y frustración.
¿Para cuándo dice que lo quiere?