Intuición

Intuición

Foto: Google


Esta mañana salía de la habitación del hotel en el que me alojaba con la sensación de dejarme algo y, al ir a pagar la cafetería, me doy cuenta de que me dejaba el portamonedas en la habitación.

Hace un par de semanas, salgo de casa con la sensación de dejarme algo y, al llegar al despacho, no llevo las llaves.

Me encuentro pensando en un amigo del que hace tiempo que no se nada y tengo la corazonada de que algo no va bien, le llamo y, efectivamente, le han despedido.

Estas, no son más que muestras de intuiciones a las que, en ocasiones hacemos caso y en ocasiones no, no obstante, si nos fijamos podremos ver que todas ellas tienen un factor común: el conocimiento de un hecho que queda alojado en una parte de nuestra conciencia, sin que tengamos constancia de ello.

La intuición nos lleva a poder percibir cosas que están ocurriendo en otro plano, sin que exista una prueba física de ello, aunque en ocasiones, con multitud de señales que marcan su existencia, de las que demasiadas veces hacemos caso omiso, perdiéndonos auténticas perlas de conocimiento que, sin saberlo, están en nosotros.

Dice el dicho “El corazón tiene razones que la verdad ignora”, algo que ligo a la poderosa intuición y a aspectos biológicos. Tomamos información que conocemos, la gestionamos de formas poco o nada ortodoxas en un canal que supongo inconsciente y primitivo y, de ahí, nace la intuición, como el resultado de un proceso de análisis en segundo plano.

Estoy empezando a hacer caso de mi lado menos racional y, la verdad, los resultados me sorprenden, permitiéndome disfrutar de aspectos que, hasta ahora, ni tan siquiera me hubiera planteado.

¿Cuál fue la última vez que te arrepentiste de no seguir tu intuición?

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