¿Eres tú o eres tú?

Reflejos en un charco.

Siempre has estado ahí, dispuesto, con una palabra de ánimo, una forma diferente de ver las cosas, un guiño de optimismo frente a la desazón imperante; quizás no te das cuenta, o tal vez sí, pero estás sembrando esperanza en tu entorno.

No se trata de candidez, se trata de esfuerzo, de coraje, de aprender a ver las cosas de otro modo, tal y como tu nos muestras día si y día también, aunque soy consciente de que también para ti habrán días mejores y días peores, pero se trata de no convertir esas emociones en estados de ánimo, no convertir en perennes cosas que, sin duda alguna, son caducas y cuyas hojas caerán en cuanto llegue el momento.

Veo en ti el reflejo de lo que quiero que sea aunque ahora no lo sea, de lo que lucho porque sea, sin esperar a que lo sea, porque esperar es dejarse llevar por las circunstancias y estoy dispuesto a ser un catalizador de lo que en mi presente y mi futuro ocurra. Estoy siendo un protagonista en lugar de quedarme como mero espectador.

Hemos aprendido a ir prescindiendo de aquellos que de nosotros han prescindido, no por no querer caminar junto a ellos, sino porque ellos no han querido hacerlo con nosotros y estamos ya exhaustos de perseguir aquello que no quiere ser, aunque queda la esperanza de darles de nuevo la bienvenida si un día deciden que vale la pena regresar.

Estás en mi como estoy en ti, porque cuando miro ese espejo y veo tu reflejo que es mi reflejo, apenas sé cual de los dos es el real, si el que observa o el que es observado, a fin de cuentas, somos el mismo enfocando nuestra mirada desde lo que es o de lo que queremos que sea, algo que depende, única y exclusivamente, de nosotros.

Hoy mismo tomo el relevo y empiezo a hacer que sea, sin esperar a que lo sea; ¿me acompañas?

Publicado el

  • Coaching Ejecutivo
  • Crecimiento
  • Esencia
  • Life Coaching
  • Valores
  • Vida

Compartir en Facebook, LinkedIn, Twitter.