Equipos creciendo

elegir es renunciarMucho se habla de los equipos y de su trabajo como tales, no obstante, se habla menos de la valentía de algunos de ellos cuando deciden ponerse en manos de un facilitador para fortalecerse como colectivo, gestionar conflictos, subir el volumen de sus fortalezas, etc, es decir, reciclar sus resíduos y poner a punto sus motores.

Cuando nunca se ha realizado un trabajo de este estilo, suelen haber ciertas resistencias, especialmente si se perciben conflictos no gestionados, tensiones o estrés manifiesto, quizás pensando que aquello que no se ve, simplemente no existe, algo que es completamente cierto…en los primeros años de nuestras vidas, en los que solo existe aquello que se ve con los ojos.

Este es un trabajo arduo, gratificante en sus resultados y complejo en su realización ya que afloran sentimientos largo tiempo contenidos y que, ¡por fin!, encuentran su vía de salida, por lo que pueden llegar a aparecer con cierta virulencia o, bien al contrario, no aparecer hasta haber creado el necesario clima de confianza imprescindible.

Es de difícil comprensión que aquello que yo veo claramente como de color blanco, otra persona lo vea amarillo y, otra azul o violeta, y es que cada cual tenemos una imagen concreta de la realidad que percibimos como la real.

Después de cada sesión acabo muy cansado y tremendamente satisfecho. Cansado porque sostener el espacio emocional del colectivo conlleva un importante desgaste, satisfecho por haber podido ser testigo del crecimiento del colectivo como equipo o como grupo en tránsito hacia él.

El sentimiento que definiría esa sensación es el de admiración por la valentía a exponerse, a mostrarse vulnerable, a expresar sus miedos, ira y esperanzas, algo que no es fácil en un entorno profesional.

Cuando el colectivo lo componen más de diez personas, siempre recomiendo la participación de dos facilitadores, por el simple hecho que la inexistencia de este segundo, provoca algunos vacíos en la percepción del espacio que pueden resultar críticos, como crítica es la complementariedad y complicidad entre ellos.

Cuando co-facilito con determinadas personas, eso es algo que se nota en la sala, se crea un ambiente distinto, de seguridad y valentía. De algún modo, saber al otro ahí, te permite un nivel mas elevado de atrevimiento, el cual redunda sin duda alguna en el crecimiento del equipo.

¿Te parece que no ha habido avances?, espera porque, como el junco, podrían tomarse un tiempo para aparecer, pero no te quepa duda que lo harán.

¿Cómo sería tu equipo si se decidiera a equilibrarse como tal?

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