Eneagrama 1 de 10

Hoy empiezo una serie de artículos enlazados, con los cuales quiero mostrar una herramienta de autoconocimiento que me ha permitido un mayor conocimiento de mi mismo y me permite atisbar la raíz de los comportamientos de mis clientes.

No pretende esto ser un tratado sobre el eneagrama sino, más bien, un conjunto de artículos que puedan dar una primera idea del mismo en la que profundizar.

¿De dónde viene el eneagrama?, de Oscar Ichazo, un boliviano que se afincaría finalmente en Estados Unidos y que crearía el modelo allá por los años 60. El eneagrama bebe de las fuentes sufíes, transmitidas vía oral, aunque no es la única ya que otras culturas han contribuido a su ensamblaje.

El eneagrama parte de la base de que nacemos en un estado de pureza, nacemos en esencia y, a partir de ahí, vamos desarrollando estrategias de supervivencia que nos van conformando la personalidad en nuestra más tierna infancia y que configuran el Ego.

A partir de aquí, una toma de consciencia nos ayudará a retornar a un estado lo más próximo posible a la esencia, que es el punto en el que desarrollamos verdaderamente todo nuestro potencial, aunque esto no es fácil, ni rápido ni exento de dolor.

Ichazo construyó el modelo en base a 9 tipologías distintas de estrategias (eneatipos), tal y como se puede ver en la foto que ilustra el presente post y parte de la creencia de que el ser humano las desarrolla también en base a las fortalezas o dones con los que estamos dotados.

Un error cometido con frecuencia es el de etiquetar a las personas con uno u otro eneatipo, cuando la realidad es que solo el interesado sabrá identificarse y, a partir de ahí, iniciar el tránsito hacia la mejor versión de sí mismo. Dicho de otro modo, es un buen modelo para reflejarme en él y conocerme en mayor profundidad.

En función de los autores, encontraremos diferente nomenclatura de los eneatipos y, en estos artículos, utilizaremos los que reseño a continuación, basados en la obra de Riso, R. (2000) y que compondrán la serie del eneagrama:

1. El pacificador.
2. El ayudador.
3. El triunfador.
4. El individualista.
5. El investigador.
6. El leal.
7. El entusiasta.
8. El desafiador.
9. El pacificador

Iremos viendo como todos los eneatipos tienen características gratificantes y decepcionantes, algo así como las pasiones y los dones, y veremos como el cambio es más que satisfactorio.

Espero que lo disfrutéis, teniendo en cuenta que es, tan solo, una introducción ligera.

¿Empezamos?