¿En qué piensan los hombres?

Hace apenas unos días un colega y amigo publicaba una foto en LinkedIn en la que aparecía el último día de clase de coaching con un grupo de coaches en ciernes y pude comprobar cómo eran todo chicas, ¿sorpresa?, solo en parte, ya que, en todos los programas de crecimiento personal, los hombres suponen un escaso porcentaje, si es que hay alguno.

He facilitado aprendizajes en la Universidad de Barcelona en España, Colombia, Chile y Panamá, en el Institut Gestalt, en EAE BS y en algunas otras de forma puntual, he estado también en centros universitarios en Paraguay o Panamá y formado en empresas en Bolivia y en todos los lugares se produce este hecho.

Una colega con experiencia en países del medio oriente me comentaba que también allí es la misma tendencia.

Según el estudio bianual con datos de 2022 realizado por la ICF y PWC, el 72% de coaches son mujeres y el 28% hombres, y es una tendencia que se reproduce con pequeñas variaciones a lo largo de todo el mundo.

En un programa avanzado de coaching al que estoy asistiendo como participante, de un colectivo de 12 participantes, 10 son mujeres y 2 hombres, lo cual confirma esta tendencia y todo esto son datos objetivos y constatables.

Cuando mi papel es el de facilitar los aprendizajes, la pregunta es recurrente, ¿qué hace que haya esta distinción tan marcada? ¿es siempre así?, y mi respuesta causa una cierta hilaridad, y es que para poder adentrarse en nuestro interior, hace falta mucha valentía y un deseo de crecimiento personal …y ahí lo dejo.

¿Qué hace que la mayor parte de hombres sea refractario a este tipo de formación? El debate está servido