De dar y recibir

Un tiempo atrás finalicé una de las experiencias más gratificantes que he vivido en los últimos tiempos, aunque también es cierto que me está acompañando una suerte de duende que me permite disfrutar de la totalidad de los proyectos en los que participo.

Hace unos meses el departamento de Alumni de @EAE, la escuela dónde imparto clase en el master de Desarrollo Directivo, Inteligencia Emocional y Coaching, me propuso crear un programa de formación de mentores para impartirlo virtualmente, algo que suponía un reto en tanto en cuanto mi experiencia en el canal era muy limitada.

Aquí es dónde empezó el crecimiento, desde el momento de diseñarlo, teniendo en cuenta los recursos a mi alcance, sin posibilidad de tocarse y experimentar tal como estaba habituado.

Continuó con la plataforma con la que era mi primera experiencia, la creación de los materiales, apuntes, dinámicas, vídeos, guiones pedagógicos, etc.

Al ver la lista de participantes de los 2 primeros grupos, llegó una primera sorpresa, ya que habían personas de toda España, e incluso de Bulgaria, personas todas ellas ávidas de compartir conocimientos y experiencia con mentorizados, desde personas del sector sanitario, hasta personas del sector docente.

Diversidad en su máxima expresión, y ahí es donde mis esquemas saltaron por los aires, viendo un grado de participación extraordinario, gentes que compartían con generosidad sus vivencias y, en resumen, un espacio que yo adivinaba circular, ya que todos aprendíamos de todos.

Sirvan estas líneas para agradecer a EAE, al departamento de Alumni y a los participantes, su generosidad y buen hacer que han permitido que todos nos quedemos con buen sabor de boca y ganas de repetir.

Pensaba que iba a dar y me encontré recibiendo y aquellos que pensaban en recibir, se encontraron dando, y entonces el círculo se tornó virtuoso.

¿Hay algo más hermoso que compartir?